Por Tatiana Soriano, auxiliar Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
"Toda declaración de amor es urgente porque vamos a morir"
Raúl Zurita
La ternura es una declaración de amor, es el instante sorpresivo en el que a través del otro se abraza la vida, para ampliar el conocimiento sobre la ternura. Si usted desea reconocer la ternura, sugiero que se fije en los instantes o acciones que son insignificantes para el reloj.
Estas son algunas declaraciones que he presenciado en la biblioteca: “por favor, ayúdame a arreglar la bodega de materiales y encontrar en uno de los estantes un vaso con agüita aromática”; ternura es abrir el cajón del escritorio de afiliaciones y encontrar un paquete de arepas con sabor a pandebono; ternura es ver a Jerónimo con su chaqueta de dinosaurio llorando porque no se quiere ir de la biblioteca; ternura es que Davinci Julio César se aprenda su número de tarjeta de identidad para poder ingresar a la sala de internet infantil; el niño que se emociona al recibir su primer carné y la niña que me confiesa que quiere estudiar artes; el señor que me contó sobre los años en los que conoció a Camilo Torres; la ternura es compartir mandarinas y galletas a la hora del break y las cartas de despedida firmadas por todos los compañeros; es Hasler alegre escuchando alegremente la música de Marco Antonio Solis o caminado por los pasillos llamando a zafiro 8; ternura es aquel día que llegué tarde y Diani me llamó para preguntarme si estaba bien.
Querida Biblioteca Julio Mario Santo Domingo, te quiero mucho.
Gracias por tanto.